¿Qué es lo quiero?
¿Qué necesito para conseguirlo?
¿Qué no necesito para conseguirlo?
Tras encontrar las escondidas respuestas, procedo a plasmarlas en una libreta. Una libreta donde la sinceridad es la única premisa. Una libreta que, si está bien escrita, habla de ti y parece que no la hayas escrito tú.
Siempre después de acabar con esta tarea, no puedo resistir las ganas de recordar los ya más que olvidados deseos del año pasado. Los busco. Los encuentro. Leo las primeras palabras, y siento una mano fría que me recorre toda la espalda, hasta la nuca. Sigo leyendo y mis ojos se creen que alguien está cortando cebollas a mi lado. Cada frase llena mi cabeza de recuerdos. Recuerdos de imágenes traslúcidos y sentimientos claros. Estar orgulloso nunca tuvo tanto significado.
Por si había escrito mis propósitos con más o menos inquietudes, esto me da la suficiente dosis de optimismo, con la que sé que voy a lograr mis metas.
Por cierto, este año ha habido una frase en especial, que me ha hecho pensar dos veces antes de escribir mi lista, y ha sido la siguiente:
*"Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante."
Disfruta de la emoción que te da, saber que lo vas a conseguir, por muy complicado que te lo pongan. Disfruta de esa sonrisilla de victoria que inevitablemente aparece en tu cara cuando sabes que lo estás consiguiendo. Cree en ti. Te sobran los motivos.
AÑO 2012
Me acuerdo de este año, porque fue en el que...
Onírico
Árbol de Navidad 2011
¡Suerte en 2012!
ResponderEliminarVan casi 7 meses enteros. Ya sabes si te acordarás de este año por algo en especial? Yo sí. :)
ResponderEliminar